La gota de lluvia se deslizaba por la venta
en el instante en que Martina cayó por ella. Rompiendo el cristal y su vida en
mil pedazos. Lo último en lo que pensó fue en que estaba volando, despidiéndose
sin querer de la vida que tanto amaba. Luego sintió que se partía en dos y la
nada la envolvió. Todo quedó en silencio, cubriéndose la calles de la penumbra que
sigue al estruendo; luego, poco a poco, el resto de los sonidos comenzaron a sonar
de nuevo. Y la gente empezó a correr sin saber a dónde y a chillar sin saber
por qué. El cielo se cubrió de una espesa ceniza, y Daniel aún sentía el
incesante pitido en su oído derecho cuando abrió los ojos. Desorientado, observó
el caos que le rodeaba como si fuera una película de la que sólo era un
espectador. Sentía que respiraba fuego, y observó lo que había quedado del edificio, derruido
como si un enorme agujero negro se hubiera tragado la calle. Intentó erguirse y
entonces lo notó: era como si la muerte le estuviese susurrando al oído que
alguien estaba diciendo adiós. Al girarse, allí, junto a él, en el suelo, yacía
una chica... con los ojos abiertos, azules como un día de verano, las mejillas magulladas,
las manos cerradas y el rostro buscando una luz que no se hallaba en ninguna
parte. Daniel no supo qué hacer, se le estranguló la voz antes de llegarle a
los labios, y notó el peso de la sal sobre su mejilla mientras sus dedos
cerraban con suavidad los ojos sin vida de la chica sin nombre.
¡Daniel!
Se giró, sorprendido por escuchar aquella voz. Buscó entre el humo
gris y el llanto lento de los que contemplaban el desastre, a la dueña de aquel
grito desesperado. Comenzó a caminar lentamente, intentando adivinar su figura, tropezando y chocando con quienes andanban tan perdidos como él. Sólo tenía que seguir escuchando aquella voz, y todo saldría bien. Entonces la vio, sonriéndole a él en medio de la locura
del mundo, respirando lentamente, con las manos temblando, casi sin creerse que hubiera encontrado lo que estaba buscando tan desesperadamente.
Después, la nada la envolvió.
6 comentarios:
¡¡¡¡Carlota!!!! ¿Qué pasa con el escrito? Cada vez que miro tu cuento me has cambiado los nombres... ¡Y no me he dado cuenta de que esa es la circularidad hasta hoy! Pero qué tonta soy...
Me encanta que juegues con nosotros, los lectores.
¿Cuándo vuelves? ¿Y Sara? Lo digo por la fiesta anual de fin de Hilo... En principio, la hemos fijado para el día 14 de junio. Ya me diréis.
Hola! Pues Sara y yo no regresamos hasta el 28 de Junio :( una pena!!!!! :( no me creo q nos lo vayamos a perder :( - espero q podamos quedar de tods formas :P - pues esq al principio le llamé Eduardo, pero me dejó de gustar jejeje
Bueno... fiesta. ¿no?
Desafortunadamente no he llegado a tiempo para ver el cambio onomástico, pero... aquí tenemos a nuestra querida Amalia (¿o era Amelia?, de nuevo, caminando ante nuestros ojos -por poco tiempo, como siempre. Su presencia es breve pero intensa, digamos. Protagonista de grandes-bellos-dramas, llenos de amor y fatalidad por igual. No sé quién fue la primera Amalia del mundo, pero si tuvieras que pagar derechos de autor, la tía estaría forrada.
Felicito tu elección, Eduardo no habría quedado ni de lejos igual de bien que Daniel -otra cara conocida, por cierto.
Y la novedad de la semana ¡Martina!
Por otro lado, yo soy tonta, así que por favor explicadme la circularidad porque no la he pillado. Osea, sí, la nada la envolvió pero.. ¿significa que la circularidad consiste en la muerte paulatina de distintas mujeres que en realidad son siempre la misma?
Y además, he sentido una suerte de dejavú al leer tu texto. Creo que no es la primera vez que leo cosas tuyas sobre bombas, explosiones y el fin del mundo -siempre con amantes de por medio.
Para terminar: felicitaciones por la descripción post-explosión, creo que está realmente bien conseguida. Osea, muy realística, tía, ¡parece que hubieras vivido una! Moving, emotive, touching.
Dios mío, la merienda del taller. Eso sí que es un drama. No me jodas. Estoy harta. ¡No paro de perderme cosas! 14 de junio... en fin. De todas formas este año cae bastante pronto. Normalmente suele ser más hacia el 21, 23.. igualmente, asco de vida.
Menos mal que el año pasado fue lo que fue =D Bendita seas Carlota xD
Espero que, como siempre, la disfrutéis muchísimo =) seguro que será un éxito ;)
pues la circularidad es el hecho de que el relato comienza con una bomba, una explosión, una persona, en ambos casos mujer, muriendo, utilziando como hilo conductor la presencia de Daniel. Es decir, imagínatelo en una película, y se ve la circularidad. O no. Yo que sé. jajajaja. Eduardo es un nombre feo, no sé porqué se me ocurrio. Ahora todos direís que teneis familaires llamados así. Pues sí, me encanta matar enamorados, es la tragedia pura, fiesta!
Pero Carlota... reprime tus instintos sanguinarios o el mundo de tus relatos se poblará de personajes desenamorados por el temor a que la mano de su creadora se los cargue.
Anda, que estamos en primavera.
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