miércoles, 29 de abril de 2009
La caja
Mientras ando, mi móvil empieza a sonar. Un mensaje. Parece ser que dejaron una caja para mí en la puerta de mi casa. Decía que la caja había llegado con una semana de retraso y que el remitente era de Julia. ¡No podía ser! ¡A Julia la atropellaron!
~~~~
Vuelvo a mi casa corriendo y casi tumbo la puerta a golpes de no haber sido de mi madre que abrió en el momento justo antes de darle una patada. Y allí está… Una caja de cartón sin abrir que ocupaba gran parte de la entrada. Era verdad. El remitente decía que era de Julia… ¡Mi Julia! Al mirar la hora me quedo petrificado. La caja había sido enviada media hora antes de su muerte. Entonces, ella sabía que iba a morir. ¿Tenían razón todos? No, nunca, ya que Julia nunca haría nada de eso. No era tan tonta como para hacerlo y además, que yo supiese era… feliz. No había ninguna razón lo suficiente mente importante… Abro la caja y al ver su interior dejo caer mis brazos. Sus cosas. Esas fotos. Nuestros recuerdos. A un lado, una nota. Mi madre seguía gritándome pero el sonido no llegaba a mis oídos. Todo era extraño y lejano, ajeno a mí. Cojo la caja con todo y me encierro en mi cuarto. Mis manos tiemblan mientras cojo la nota. Era su letra, no había ninguna duda.
A ti eres al único que te puedo decir la verdad
No se exactamente porque
Pero sin saber como me he metido en algo de lo que no se como salir
Te dejo todo lo que queda de nosotros
Guárdalo, ya que es lo único que queda de mi verdadero yo
Adiós
Julia
No puedo evitar llenar de lágrimas la carta. Pero sin embargo una gran alegría me ilumina el corazón. No se había suicidado. Pero seguía estando muerta. Lo decidí en ese mismo momento. Cojo la maleta y la lleno con ropa y todo lo que necesito. Mi madre sigue gritándome desde fuera. De la caja cojo solo una de nuestras fotos y la guardo en mi bolsillo. Haciendo caso omiso de mi alrededor y salgo por la puerta. Descubriría a los culpables del asesinato de Julia. Daba igual si muriese en el intento. Por ella… soy capaz de todo y más. Y con mi nueva meta, salgo de mi casa dejando atrás todo.
martes, 28 de abril de 2009
BAM,BAM,BAM!!!!
A continuación tienes una lista de frases y fragmentos de cómics, literatura y de la vida cotidiana(al menos de la mía):
-¡Qué asco!¡Qué asco!
-Vale la pena ir al infierno
-sus entrañas vuelan como despojos de un carnicero
-Las paredes del callejón se cubren de húmedos pegotes de piel
-Es mi mujer guerrera, mi valkiria
-Un rato después lo único que consigo es machacar pedazos de hueso contra los tablones del suelo
-Tres desarman con un mínimo contacto,dos matan, la otra...
-Por el honor...por la gloria
-Los niños disfrutan...comienza la guerra
-Entonces lucharemos a la sombra
-La bebida y el diablo acabaron con el resto
-¡Pseudo-zorra!!
-Y empuñando su barbie ultimo modelo inició la conquista del universo
-Puto enano
-Pruebamé y sabrás lo que es canela
1 Debes elegir al menos 7 de éstas frases para incluirlas en tu texto
2 Debes incluir al menos un diálogo
3 El narrador debe ser en PRIMERA PERSONA,repito, PRIMERA PERSONA
4 Debes incluir el mayor número de onomatopeyas posibles
5 El escritor de cada texto deberá interpretar el mismo, dando un tono personal a cada uno de los personajes y las acciones, así como a las onomatopeyas
Ala, a escribir
domingo, 19 de abril de 2009
Tintero
Mi único intento de llevar una vida normal fracasó cuando no pude superar los estudios, en ese momento entré en una espiral de autodestrucción en la que no hacía nada mas que escribir basuras y jugar al ordenador, nada productivo, ya que con lo segundo no se puede llegar a nada y en lo primero... mejor no comentarlo más. Mis amigos y familiares se cansaron de intentar sacarme de esa espiral, al final uno por uno los vi desaparecer de mi vida, hasta que me encontré tan solo y aterrado como una gacela a punto de ser cazada por los leones.
Creo que solo escribo esto para dejar constancia de mi existencia, pero probablemente nadie me eche en falta. Así terminará mi existencia, como la de un héroe frustrado, al perder contra su némesis, o como un suicida simple y llanamente.
Casi un mes después encontraron su cuerpo, colgado de un árbol, tan muerto como el descompuesto cadáver que de este colgaba, balanceándose al antojo del caprichoso viento.
¿Por qué nos desaparecer y faltar en todos ellos?”
lunes, 13 de abril de 2009
Nada es lo que parece
Ya estamos aquí
Hasta ahora mismo.
sábado, 4 de abril de 2009
De Boca a Oído
ANSIAS DE LIBERTAD POR SER GAVIOTA
Un nuevo día comenzaba, el fulgurante astro alzaba perezoso sus áureos brazos por encima de la azulada línea del horizonte. Perezosas también, todas las gaviotas de la cala empezaban a removerse en sus cálidos nidos, resguardados en los pedregosos orificios del acantilado.
Hoy, como ayer, después de protestar un rato acerca del tiempo (que si hace mucho frío, que si el calor daña mi suave plumaje, que si con este viento no hay quien vuele...) y de acicalarse el peinado durante al menos diez minutos, comenzaría la vorágine de graznidos y el aleteo frenético de cientos de gaviotas emprendiendo el vuelo en busca de jugosos peces. Bueno, más bien de podridos, apestosos y en vías de descomposición peces. Desde que inauguraron un vertedero a unas pocas millas de la cala, la gran mayoría de mis congéneres se había acostumbrado fácilmente a la comodidad de conseguir comida gratuitamente. El único esfuerzo que debían realizar era el de husmear entre las montañas de basura con el afilado y amarillento pico, buscando un delicado manjar.
Yo había intentado en vano, seguir su ejemplo pero la primera vez que fui, después de aterrizar sobre un montón de nauseabundos desperdicios que golpearon brutalmente con sus efluvios mi delicado olfato, sentí tal revuelo en mi estómago que no tardé ni cinco segundos en ponerme verde y vomitar la cena del día anterior. Esa fue la primera vez y la última.
Para mí era imposible, aún muchos días después de aquello, comprender cómo las demás preferían ir a ese sitio infestado de porquerías humanas a deslizarse en alto vuelo, planear con el viento bajo las alas, y precipitarse de cabeza en la superficie espumeante y de color añil del océano indomable, para seguidamente bucear rodeado de burbujas juguetonas hasta dar caza a algún inocente y desprevenido pez. ¡Ñam! Hmm...
Como se puede apreciar, ¡no hay color! La única explicación pausible es, aunque duela reconocerlo, que el resto de los especímenes de mi especie ha desarrollado una patología neuro-psicológica aguda en detrimento y decrecimiento de su psique instintiva y sensitiva físico-cerebral... vamos, ¡que son estúpidas!
Observándolas esta hipótesis se hace a cada segundo más firme: pero, ¿se han dado cuenta? Lo único que hacen estas chismosas patizambas es nacer, comer, comer, comer, comer, comer, reproducirse (si acaso) y morir. ¿Pero qué clase de experiencia vital es ésa? ¿Qué testimonio vamos a dejar en el mundo? ¿Cuál será nuestro legado? ¿Cómo nos recordarán el resto de nuestros parientes? Yo se lo diré, como las más ruidosas, quejicas, brutas y gruñonas de toda la familia avícola. ¡Qué denigrante!
Pues bien, yo no estoy dispuesta a ser eso, ¡el mundo está compuesto de algo más que cabezas de pescado! Pero la verdad es que las demás no parecen entenderlo. Alguna que otra vez yo, que soy un ser sumamente cordial y sociable, en un arranque de solidaridad había intentado abriles los ojos y mostrarles todo lo que ellas, que no ven más allá de sus picos, se están perdiendo. Yo había compartido con ellas mis inquietudes, mis sueños, mis esperanzas... pero ninguna me hacía ni caso, y las que se molestaban en escucharme sólo lo hacían para acto seguido soltar comentarios hacia mi persona tan hirientes como:
-¡Ésta está de psiquiátrico!
-Completamente desequilibrada, efectivamente.
-Deberían encerrarla en un agujero antes de que traumatice a alguien.
-Ha debido ser un pez en un estado particularmente malo.
-¡Fuera de aquí bicho!
-Haced como si no estuviera aquí...Que mal día hace hoy, ¿No os parece?
Soy un alma incomprendida... ¡Pero a mi todo eso me resbala por el ala! ¡Ellas se lo pierden! Yo no pienso perder ni un instante más con esos seres retrasados. Yo lo que quiero es volar, volar de verdad, alto, muy muy alto y muy muy lejos, ¡hasta arañar el infinito! Siento que si sigo un momento más en esta pared rocosa llena de cagadas me moriré. Se acabó, ¡me voy! Aunque...
¿a dónde? No puedo lanzarme a volar en cualquier dirección, podría perderme. ¿Y dónde pasaría la noche? Y además... ¿Y si me pongo enferma? ¿Y si llego a un lugar del mundo donde no existen los peces y me muero de hambre? ¿Y si... ¡Ah! ¡Malditas sean mis plumas! Nunca pensé que fuera tan difícil.
-Adelante pequeña, no tengas miedo. Vueeela.
-¿Y eso? ¡Caramba, me está hablando mi otro yo!
-No, no soy tu, soy yo.
-Claro, claro, eso quería decir, que eres "yo".
-No te estás enterando cazurra. ¡Deja de mirar hacia la nada y gírate!
-¡Aaaaa!
-Ché, tranquiiiiilaaaa.
-¡Me has dado un susto de muerte "Ala Rota"!
-Ps, perdona.
-Así que eras tu quien hablaba, no era mi "yo" interior.
-Siento decepcionarte.
-¿Y cómo es que sabías en qué estaba pensado? ¿Lees la mente?
-Ya me gustaría. No, lo que pasa es que llevas media hora hablando sola en voz alta.
-Ah, ¿Si? Y supongo, que has escuchado todo.
-Todo.
-¿Todo, todo, todo?
-Todo. Pero no te preocupes, no me dí por aludida cuando hablaste de las
-Ah bueno, pues me alegro porque yo no pienso eso de ti, eh, yo siempre te he tenido en muy alta estima y... esto...
-Ya, ya, deja de aburrirme y cierra el pico de una vez. Escucha, sé exactamente por lo que estás pasando, pequeña. Yo también sentí lo mismo que tú en un tiempo. También tuve los mismos miedos, bueno, más o menos.
-¿Y qué hiciste?
-¿Y tu eres la "inteligente" del grupo? ¿Está claro, no? Me quedé aquí. Mis miedos infantiles ganaron la puja y los años pasaron, a mi se me fueron quitando las ganas de soñar poco a poco y luego vino esa tormenta... y bueno, ya sabes. Ahora me arrepiento cada segundo de no haber tenido el suficiente coraje como para emprender el vuelo en aquella ocasión. Tal vez si hubiera tenido a alguien al lado que me diera "el empujón" todo habría sido distinto. Así que ¡deja de lloriquear! ¿Quieres ver cómo es el mundo más allá de esta cala?
-Em, si claro.
-¿Quieres llegar a donde ninguna gaviota nunca antes ha llegado?
-¡Si!
-¿Quieres poder escribir tu nombre en el lomo del horizonte?
-¡Si!¡Si!
-¿Pues a qué estás esperando?
¡Eso digo yo! ¿Qué hacía ahí parada todavía, en el filo de la roca, habiendo tantas cosas por ver, tantos cielos que volar, tantos aires que surcar? Y sin embargo la duda seguía ahí, sujetando mis palmípedas patas al suelo. Titubeé unos segundos más y luego... sentí como me empujaban a traición por la espalda, y yo caí, caí al vacío, precipitándome hacía las voraces rocas que se iban acercando más y más, saludándome con sus afiladas aristas. Pero entonces mis alas respondieron y se abrieron, evitando que me estampara y quedara hecha caldo de pollo.
Una vez salvado el peligro, ya de nuevo retomando altura, giré una última vez la cabeza mientras me alejaba en dirección al ocaso y grité un <<¡Gracias!>> por si acaso "Ala Rota" me oía, y acto seguido un <<¡Adiós, estúpidas!>> que esperaba que también hubiesen oído todas las demás.
Mi vida comenzaba ahora.
Idea Original: Klara
Guión y Adaptación: Sara