POESÍA
PRIMER PREMIO
Carlos Aguado Benito
Cierro los ojos mientras, lento, muero
Escucho a mi noche, mientras me mata
No tengo nada, más que a la nada
Y tengo a su vez al mundo entero.
Lloro a mi noche, muerte injusta y lenta
Pero aun sigo vivo, por mucho que duela
Y vuelvo a pedir, por duro que sea
Poder morir en otra noche como esta
Porque es la vida el saber que hay muerte
Porque es el mundo el saber que hay días
Que tarde o temprano atardecen
Que al final se tornan en noches frías
Y sin embargo aquí sigo escribiendo
Muriendo sin ti en esta noche fría
Que sé que mañana serás mi día
Y que esa noche seguiré muriendo.
Escucho a mi noche, mientras me mata
No tengo nada, más que a la nada
Y tengo a su vez al mundo entero.
Lloro a mi noche, muerte injusta y lenta
Pero aun sigo vivo, por mucho que duela
Y vuelvo a pedir, por duro que sea
Poder morir en otra noche como esta
Porque es la vida el saber que hay muerte
Porque es el mundo el saber que hay días
Que tarde o temprano atardecen
Que al final se tornan en noches frías
Y sin embargo aquí sigo escribiendo
Muriendo sin ti en esta noche fría
Que sé que mañana serás mi día
Y que esa noche seguiré muriendo.
SEGUNDO PREMIO
Carlos García Arcos
Un anciano marinero
por una orilla camina,
contemplando en el horizonte
la luz del faro encendida.
Recuerdos de otros tiempos
a su cabeza acudían,
vuela alto el albatros
hasta él oyó su codicia:
un vïaje sin retorno,
almas desaparecidas
son fantasmas en la niebla
que le persiguen noche y día.
Camina el navegante
rodeado de agua fría
poco a poco disminuye
el cïelo se
ilumina
el horizonte llora
en señal de despedida;
el ancla cae al agua,
su
conciencia está tranquila.
Él cierra los ojos
y esboza una sonrisa.
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