Y entonces lo vi.
Me entró el pánico en aquel momento.
Sentía que algo me perforaba el pecho, se metía en mi aliento y recorría mi
cuerpo de arriba abajo convirtiendo en polvo mis deseos.
¿Acaso no te cuidé? ¿No te supliqué que te quedaras a mi lado?
Poco a poco mis lágrimas inundaban la habitación, cada
una llevándose consigo un pedazo de mí.
Me desvanecí a tu lado, acariciando tus rizados
cabellos. Parecías tan tranquila, tan profundamente dormida. Besé tu frente una
última vez y me puse en pie de nuevo.
La vida es confusa, es un cúmulo de preguntas sin
respuesta. ¿Cómo sé que no acaba de empezar tu vida y yo soy la que está
en el suelo muerta? La que todavía no ha logrado despertar del profundo sueño.
Me acerqué a la ventana y vi las maravillosas montañas
escondiendo el brillo del sol a lo lejos. Las nubes ruborizadas de un tono
rojizo claro despedían el día haciendo señales de que llegaba la oscuridad. De
que en poco la manta de la noche se lo llevaría todo consigo.
Pero yo solo pude ver luz. Juro que en ese momento
comprendí todo, y entonces lo vi.
-Claudia
3 comentarios:
<3 <3
Creo que acabo de ver Inception a través de los ojos de Claudia. Me has transmitido muy claramente la banda sonora, y la película. Y ese final a medias queda genial.
Estupendo Claudia! Mantienes tu tono reflexivo con grandes dosis de misterio que llegan a su clímax con el final. Me ha gustado especialmente la descripción del último párrafo, ha quedado muy vívida y compacta :) Carlota.
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