lunes, 1 de noviembre de 2010

Dónde, cuándo y cómo

Bueno aquí está mi primera entrada :)

Recuerdo el momento en el que abrí los ojos, me costo mas que mover una montaña, sentía el cuerpo dormido y muy descansado, me acordaba de haber estado soñando con un lago, yo estaba en el centro, flotando entre nenúfares, notaba a los peces acercarse a mi espalda y curiosear, me sentía muy a gusto, poco a poco una niebla manó del lago, era suave como algodón, me envolvió y me elevo lentamente, me notaba relajado y tranquilo. La niebla se junto formando una nube ascendiendo, levantándome, arrastrándome hacia un cielo cada vez mas oscuro y menos estrellado, poco a poco todo se ennegreció, y finalmente mi cuerpo cambio de postura hasta estar sentado.

No se si en ese momento me desperté, o sigo durmiendo, pero desde luego no es el mismo sueño. Desde que abrí los ojos me encuentro en un lugar completamente distinto. Estoy dentro de un gran cubo, las paredes son de un tono azul muy negruzco, como si hubiesen pintado encima con carbón, la temperatura es estable y agradable, no siento la llamarada del fuego, ni el caer de la nieve, me encuentro sentado en una silla muy cómoda, tras mirar a mi alrededor he descubierto que hay un equipo medico marcando las constantes vitales, de el salen unos cables recorren el suelo y llegan hasta mi cuerpo. ¡Mi cuerpo, ya no es mío! Me miro y no veo mi cuerpo es mas ni siquiera veo un cuerpo humano, me pongo nervioso, algún aparato empieza a pitar detrás mío, intento levantarme de la silla pero no controlo este cuerpo, me inclino hacia delante y caigo al suelo, resulta que el azul es blando y no me hace daño al caer, noto como algunos cables tiran de mi hacia atrás, hacia las maquinas, noto sensaciones que no sentía antes, mi cuerpo es mas ancho que antes, y con mas extremidades de las que tenia, me empiezo a marear siento cosas que antes no sentía y he dejado de sentir cosas que antes sentía, no noto el tacto del suelo, pero si escucho de una forma distinta, todo parece estar perfectamente ubicado y se oyen los sonidos un poco mas graves, todo ello me marea, y cuando creo que me voy a volver loco mi vista se nubla y mi cerebro se duerme…

Pasan segundos, minutos, horas, días, meses, años, no se cuanto tiempo. Vuelvo a encontrarme en el lago del sueño, pero esta vez es distinto noto mi cuerpo muy blando, como de plastelina, me siento muy flexible. Esta vez no siento los peces, ni veo los nenúfares, pero en cambio descubro que el lago esta en el claro de un bosque, y que en el cielo no hay ninguna nube, parece oscuro pero no llega a ser u negro absoluto. Poco a poco me voy hundiendo en el agua, según me introduzco en el lago todo se hace mas oscuro, siento el agua como un ataúd que me atrapa pero que no me asfixia, ve algunas plantas submarinas pero poco a poco todo se vuelve negro.

Vuelvo a sentirme sentado en una silla tan cómoda como un sillón, lentamente mi cabeza se despeja y despierta. Escucho el sonido de maquinas a mi espalda, y noto una venda sobre mis ojos, la oscuridad me envuelve como una manta en una fría noche de invierno. Muevo mis manos, me toco ¡esta no es mi piel! ¿Me estoy tocando a mi mismo? Creo que si, me noto la piel dura como escamas de lagarto, ¿y mi cuerpo? Según me voy despejando la mente me doy cuenta de que tengo una larga cola, la muevo lentamente sobre el suelo, la levanto ligeramente y la deposito en el suelo, me parece que tengo cuatro brazos y ninguna pierna, me muevo, me levanto. Me quito la venda y descubro que estoy en la misma sala que antes, seis paredes y un color. Mis sentidos empiezan a despertar, noto, al igual que antes, que escucho de otra manera como si todo fuese más exacto.

2 comentarios:

Pura dijo...

Bienvenido a esta tu casa y enhorabuena por haberte lanzado a publicar; no es fácil dar el paso.

Daniel Rosselló Rubio dijo...

Bienvenido al club de los escritores compulsivos !!^^