María: El Señor De Los Anillos

Este es ese momento de la vida en que tienes que plantearte cómo va a ser tu vida de aquí a quince años. Estoy sentada ante varias solicitudes para entrar en universidades. No tengo claro qué quiero hacer con mi vida, ni siquiera sé qué quiero. Soy muy indecisa en estas cosas.

Tengo dos opciones de vida. Al principio tenía varias, pero hasta ahora solamente me han llamado la atención dos. Puedo estudiar Magisterio en Harvard, hacerme profesora, conocer a mi futuro marido a los 30 años y tener dos hijos, Sarah y John, o puedo estudiar Psicología en Yales y hacerme psicóloga pero sin conocer a nadie y pasar mi vida sola. La que más me atrae es la primera, porque siempre he querido enamorarme de alguien, pero quiero estudiar Psicología porque así se conoce a alguien más a fondo y se le puede ayudar. Muchos pensaréis que puedo hacer mi primer plan solo que con Psicología en vez de Magisterio, pero es que no me gustan los médicos.

Siempre he querido enamorarme, pero no de los hombres que existen actualmente en el planeta, si no de los que existen en los libros. He leído desde que tenía 12 años y ahora, con 18, sigo pensando que Travis Maddox es el chico más guapo que existe en la Tierra, y el ideal para mí.

No sé qué tienen estas cosas de decidir tu futuro que las hacen tan agobiantes. No sé qué decidir, pero sé que tengo que decidir algo. Y rápido. Pero,  ¿por qué? Eso no lo sé. Da igual el plan que escoja, puede ocurrir algo inesperado y cargarse todo mi futuro. Pero el futuro nos pertenece y tendremos que hacer sacrificios para que esas cosas inesperadas no nos ocurran. Tenemos que hacer sacrificios para poder tener un futuro perfecto. Mi sacrificio será conocer a algún médico.

Al final teníais razón, puedo hacer Psicología y conocer a mi futuro marido