Nunca te he dicho cuánto llego a añorarte,
porque me falta la voz, las palabras no bastan.
Muy bien, vete, vive tu maldito destino,
entrégate a quienes no te merecen
hasta que de ti no quede más que nada.
Pero recuerda, hermana, que te espero;
que un día, recuerda, prometiste volver a casa.
Sé que no te alcanza mi voz cansada,
que nos falla la distancia,
pero aun así te hablo, te mando mis ganas,
no se te ocurra desfallecer y volver agotada.
Vuelve llena de ilusión y fuerza,
como te fuiste. Vuelve plena de vida,
Laura.
3 comentarios:
Esto lo escribimos hace unas semanas, pero como se van esta tarde, me ha parecido más apropiado colgarlo ahora...
¡¡No me has contado nada!! ¿Se van? ¿adónde?
Me gusta, ultimamente, sino siempre, estas estupenda Bea :)
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