sábado, 16 de abril de 2011

Sweet Dreams.

Sweet dreams are made of this…

Everybody's looking for something…

-Es sencillo. En cuanto le veas, coge la pistola y métele una bala en la puta cabeza. ¿Entendido? -La chica asintió.

-Ahora vístete. No olvides el arma, es tu venganza, no la mía.

Kenna se ajustó los vaqueros al cuerpo, la camiseta húmeda incluso antes de ponérsela. Allí hacía un calor infernal. Quizá esto sea el inferno, pensó. Las botas, la cazadora, la pistola. La pistola… Respiró. Contuvo el aire y cerró los ojos. Se lo imaginó, la bala saliendo en dirección a su destino. Su presa. Sonrió.

-Estoy lista.

-¿De veras?

-Nunca he tenido nada más claro. Puede que me pese la pistola en las manos, pero cuando tenga que hacerlo, esa cabeza va a estallar y voy a hacerme un tatuaje con su sangre.

-Muy bien – Coda la miró fijamente a los ojos – una sola oportunidad. Una.

Salieron a la calle, moche fría, aire helado. Ni un alma caminando aquellas calles. Torcieron a la izquierda, saltaron una valla y cruzaron el patio de un colegio. Kenna se imaginó a los niños jugando a la pelota y pensando que el mundo era perfecto, cuando estaba tan podrido como una manzana olvidada en un oscuro agujero. Todo era silencio y los tacones de sus botas. Se podía pensar, pero no había porqué hacerlo. Todo estaba decidido. Él tenía que morir. No era sólo un asunto de venganza, sino de justicia. En un mundo como ese, si no te metían en la cárcel, era porque no esperaban verte vivo mucho más tiempo. Y así iba a ser. De una forma u otra, el destino te encuentra. Y en este caso, el destino iba a degollarle sin miramientos. El arma le ardía junto a la piel del abdomen, quería salir a matar. Y ya le faltaba menos.

Some of them want to use you…

Some of them want to get used by you…

El hotel era accesible por una escalera trasera que subieron con facilidad. Desde allí arriba, todos parecían insignificantes.

-Estás sola ahora. Recuerda, una bala, una oportunidad. Luego, corre.

Kenna asintió, y sus ojos relucieron.

-Espero no verte nunca más, Coda.

-Lo mismo te digo, ni siquiera en la tumba. – Le sonrió.

Kenna saltó a la terraza y caminó por el alfeizar. La ciudad caía a sus pies cientos de metros. Pero el vértigo se le subió a la cabeza como una tonelada de éxtasis industrial. Rió. Paso tras paso, se deslizó y finalmente se coló por una ventana. Hecho.

I'm gonna know what's inside… Gonna use you and abuse you… I'm gonna know what's inside you…

Sacó la pistola.

Encontró el pasillo adecuado. La puerta adecuada.

La abrió de una patada. Una sala repleta de gente y en el medio, él.

-Dulces sueños, espero que te guste el infierno.

La pistola entre las manos, un disparo.

Y una bala directa a la cabeza.

...Sweet dreams are made of this...

Who am I to disagree?...

2 comentarios:

Sara dijo...

Me encanta!!! los nombres que has escogido me han conquistado, que lo sepas. El título me parece muy acertado. Aparte lo de intercalar los versos de la canción (¡y qué canción!) entremedias de la trama me parece una idea muy buena. Venganza, una justiciera, fuego, sesos que revientan, un tatuaje con la sangre del enemigo, el éxtasis del vértigo... es con lo que me quedo. =) Pero atención! revísalo:
a) te has quedado a mitaz de una frase " la ciudad estaba en silencio y los tacones de sus botas....." ¿? qué?
b) miró la ciudad a sus pies... creo que ahí falta algo más. Una prep. creo. Y nada más. Te inspiró Sucker Punch o algo así? xD

C.S dijo...

Ay! a lo mejor al copiarlo se ha quedado algo fuera!!! gracias, voy a mirar :)


Y síiiii esq me bajé la canción de la BSO de la peli y me salió esto!!! te gustan los nombres, amazing!!! jajajaja ^^


asias por coment, twin!