La gota estaba a punto de estrellarse contra
el suelo. Qué belleza. Nunca te lo dije, pero nunca te quise. Empezar a sentir,
e ipsofacto, empezar a sufrir. Y perder. Y morir. Él quería viajar hasta lo más
lejano de los confínes del mundo. Quería respirar existencia. Quería vivir. Se le
derramó el café sobre la mesa y empezó a llorar. Cuando escuché la noticia
fingí mi mejor sonrisa, mi mejor carcajada, pero ahí estaba, en mi mirada, la
tristeza aguda que lacera lentamente los corazones perdidos. Qué maravillosas
fueron aquellas vistas frente al océano de las sensaciones. Sé que ella le
odiaba con fuerza, pero su angustia se daba contra los cristales y se rompía,
sin que a él le rasgase un sólo pedazo. La piscina se desbordó el día de su
cumpleaños, mientras el cuerpo yacía en su superficie. La nieve lo cubrió todo
y ellos se sentaron allí, mirando el mundo blanco, donde todo podía suceder
mientras el sol nacía de entre las montañas. Se besaron, se rodearon
lentamente, visitando cada nueva ciudad y vislumbrando el horizonte. La sangre
le tiñó los labios de rojo, con el cuello rasgado en una línea casi invisible.
1 comentario:
Explícanos el mecanismo. ¿Por qué hay palabras en negrita? ¿Tiene que ver con el puzle del título?
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