lunes, 31 de mayo de 2010

over the sea

Poco a poco
Ola tras ola
Marea de hierro sobre la arena
Cuentas de cristal y estabas sola
En un acantilado frente al mar

Existió perdido
En algún sitio varado
Astillado y tranquilo
Vereda seca bajo el fogoso sol
Dónde perecen ya las hojas secas
En un desierto que a fuego
Quemo en ardiente chispa un ahogado corazón

Entre mareas coralinas
Rasgando a trazos la pálida piel
Sangrando el océano intrincado
Trayendo teñida la espuma
Como el roto centro del deseo y el andar
Cansado y tardío, perdido
Entre pies hundidos bajo el agua
Sólo humedad en esta tierra, insalvable ya sobre océanos
Caminar, reír y correr

Una duna brillante, dorada y espesa
Oasis de calor
Espejismo incierto como la vida
Vuela, vuelve, viene y va
Formando capas de arena dura
Del norte al sur sin reposar
Nómada del viento intranquilo
Sin tregua para teñirse de oscuro
Bajo el sol y junto al mar

En el acantilado caída
Sobre la tormenta vara el cuerpo a descansar
Revolviéndose entre corrientes
Y encallando dónde no llega ni el mundo
Ni amar se puede, meditabundo el alma
En un lugar dónde no alcanza el sol, ni el mar

Tierra, arena, fuego y agua
Espuma blanca, hielo, llama y sal
Lágrima de ojo sellado
De vida triste todo olvidado debe estar
Ella, navegante del recuerdo desecado
Se disuelve y revuelve en la mente
Como un regalo deshojado

Desflorada yace ahora
Sobre la tierra, hecha nada, varada y clara junto a la espuma
Ola tras ola, rota contra la sequedad
Negada, olvidada, muerta, sellada,

Varada, varada, varada,
Varada ella, seca, flotando junto al sol sobre la mar.
Sobre la mar.
La mar…

2 comentarios:

Pura dijo...

Bien Carlota... Todos los versos están pensados para las dos estrofas finales, que son ¡redondas!
Enhorabuena, poeta.

Sara dijo...

Wao Kar!! que bárbaro! Jobar es que me es tan difícil comentar poesía!! no sé describir bien las emociones que me provoca tu poesía Kar, pero lo que sí sé, es que logras crear con el ritmo del verso la sensación del mar lamiendo las orillas, del agua que viene y va, como un balanceo. Además captas el misterio y lo sirves al lector con detalles, con todos los elementos necesarios en escena, en un marco espacial cerrado, pues al fin y al cabo, tampoco se necesita más. Y poco a poco comienzas a entender y sientes la tristeza, y el abandono del olvido. Jo, este poema, sabe a muerte, te lo digo yo.