domingo, 1 de febrero de 2009

Crónica de un funeral improvisado

Allí estaba ella, sobre el suelo de la cocina, blanca, de una palidez tan brillante como la de las baldosas esmaltadas que yacían bajo su espalda y sobre las cuáles se iba extendiendo un purpúreo charco de sangre; sangre que emanaba tétricamente de la nuca y que parecía ser el alma que se escapaba poco a poco del cuerpo de la mujer, un cuerpo amoratado, con cicatrices, con cardenales, maltratado; un cuerpo cuyo espíritu habia padecido tanto, sinó mas, que la misma carne.
Mamá, que fuerte has sido, no comprendo como conseguiste aguantar tanto tiempo.Este final era inevitable.
Allí estaba yo, bueno, mi ex-yo, tendido en el suelo al igual que mamá, no respiraba, pero un atisbo de calor corporal de vida permanecía en mi ser; cómo explicarlo...como si en una ciudad plagada de vida las farolas fueran pequeñas luciérnagas.
Mamá, o su esencia, ya debía haber pasado al otro lado.Seguro que será feliz ahora, o al menos no será infeliz.
Allí estaba él, de pié, frío, con las manos manchadas de espíritu púrpura, sin alma, conteplando pasivamene lo que su hueca cabeza había terminado por provocar, despues de años de insistencia, de crueldad, de control.Papá, cómo pudiste hacernos esto.
¿qué hacía yo allí? Era como si mi espíritu siguiera atado al mundo.Espero que no dure, mamá debe estar esperando.
Entonces, ante mi propia alma, ante mi cuerpo y ante el cuerpo de mi madre él empezó a descuartizarla en trozos con el cuchillo de la carne, como un venado más con los que estaba acostumbrado a tratar en la carnicería.Lo más curioso es que en mi estado espiritual podía percibir el alma de todos los seres de aquella cocina: el gato, contemplando con curiosidad la escena desde la repisa de la ventana, la pequeña polilla que revoloteaba, como actor anónimo de aquella fatal tragedia; y lo curioso, lo más curioso, es que mi padre, de cuclillas, despedazando a una mujer que nunca había amado, no rezumaba una sola señal de espíritu, estaba muerto por dentro.
Metió los "taquitos" de mamá en una bolsa de basura y al contemplar mi cuerpo dudó un instante, salió de la cocina, la cena , ya fría, seguía servida sobre la mesa.Volvió al momento con un saco de dormir y me colocó en su interior con asombroso cuidado¿Por qué lo has hecho papá?
Entonces nos sacó al jardín, en nuestros respectivos envases, y enaquel hollo que habían cavado los del seguro la tarde anterior para solucionar los problemas de aguas fecales, nos echó; conmigo, sorprendentemente lo hizo con cuidado, como si temiera empeorar la situación; durante un instante su alma le brilló en las pupilas, pero solo fue como contemplar la chispa de un mechero, como un ascua de una hoguera antes de perderse en el viento.
No me había percatado, pero aquella situación era cada vez menos impersonal, como si mi esencia estuviera volviendo al cuerpo, la presón de la tierra que se iba acumulando en mi pecho comenzaba a agobiarme, con cada palada que realizaba mi padre más me costaba contener el miedo, quería huir, pero no podía.El sol asomaba por el horizonte de apartamentos adosados, como uan hilera de barracones unidos, como únicos testigos de mi improvisado funeral.
Y entonces...¡Estaba vivo!, volvía a estar en mi dolorido cuerpo. No podía respirar, la presión de la tierra que me cubría empezaba a aplastarme, no podía pedir ayuda, mi garganta estaba seca, sudaba, sangraba, lo sé, me había visto, y lloraba.No tenía aire, tosía, notaba el sabor de la sangre en mi garganta, la que recorría mi nuca, las lágrimas en mis mejillas; pero lo más horrible era que mis pulmones, en un inútil intento por conseguir oxígeno se iban comprimiendo sobre si mismos como última esperanza de supervivencia.
Noté un temblor, como un retumbar enla tierra que me envolvía, y voces, pasos rápidos y nerviosos, un golpe seco, otro retumbar, voces, voces de auxilio, retumbar constante y acelerado, un afilado metal golpeando contra mi pecho, el correr de la cremallera del saco, una mano salvadora,...
¿Muero?¿Ya está?¿Es éste mi fin?...No recuerdo más.
Me levanté exaltado, como se me hubieran quemado con un hierro candente, sudaba, diversos tubos conectados a una vía en mi brazo derecho fueron desconectados con el tirón y diferentes sueros se desparramaron por el suelo, algunos goteaban sangre.Estaba en una cama blanca, en una habitación de baldosas blancas teñidas de púrpura, una polilla revoloteaba y un gato me observaba con curiosidad; mi madre despedazada yacía en el fregadero y mi padre me contemplaba pasivamente

7 comentarios:

C.S dijo...

espero q esto solo fuera un mal sueño... santo dios dani! pero q triste q es esto (y un pko sadiko x cierto) me gsta mxo el principio. es todo tan desolador y angustioso que da miedo. solo me he perdido kn el ultimo parrafo. lo peor es q la vida supera a la ficción, aunq sea de la buena.

Daniel Rosselló Rubio dijo...

sabes esa sensacionde que t despiretas de un maal sueño sintiendo como si(al mismo tiempo k okurre en tu pesadilla) t estuvieras aogando,o callendo de una gran altura...pos eso es lo que utilice para escribirlo.no recuerdo muy bien que soñe, pero me desperte muy angustiado

Irlya dijo...

se me ponía la piel d gallina mientras lo leía... madre...!!
un poko sádico, dices?? sólo un poko...??!!
en fin...
xciert, sí q desconcierta l último párrafo, pro está genial: es como una vuelta al principio, no?

Lucía.

A Khudori Soleh dijo...

salam. I cant understand, but I interested. Please visit to my site. thanks

eye in the sky dijo...

madres despedazadas? has ido muy lejos esta vez.Tá guay, sin comentarios pedantes al respecto.
Bueno, en realidad sí:yacer es con Y!!!

Daniel Rosselló Rubio dijo...

jajaja gracias por el komentario pedante xdxd.ya está korregido y no os corteis , k seguro k me dojo por ahi un monton de asuntos ortografikos xdxd

Wiz dijo...

Pues no sé muy bien qué decir. La verdad es que es angustioso y tiene un ritmo muy rápido, sientes tú también esa presión en el pecho. El final es bastante desconcertante, y corta un poco de repente la sensación de angustia, pero mejor porque si no me duraba hasta mañana xD

Besos!

Bea*

PD: Por cierto, te has comido la o de actor cuando hablas por primera vez de la polilla ^^