lunes, 16 de febrero de 2009

Jirones

¿Como llamarlo?, no merece ser nombrado,pues es inexpresable.Es como querer abarcar universo con los brazos, como intentar escribir el nombre de dios en un pergamino, cuando su magnificencia es el propio existir.Es como querer dibujar en el viento, como hacer crecer un bosque con la mirada.Es querer nombrar lo innominable,es querer pesar un deseo, medir un sueño; es la gloria y el pesar de la razón humana.Es la droga de nuestras almas,que el intentamos aferrar a nosotros con todas nuestras fuerzas y que como alcohol puro se desliza entre nuestros dedos haciendo brotar espuma de nuestras heridas, aquello que anhelamos despreciar y odiar, aquello de lo que necesitamos depender.Es el veneno de nuestros corazones, es el amor.
Lo que ocurre en un parpadeo, el calor de una erupción volcánica, una lágrima, una sonrisa, una caricia, un suspiro,...un beso, un abrazo, cariño, un roce.
El mundo desaparece cuando se acerca, cuando se va,cuando está contigo.El universo se difumina, se funde en sí mismo.Las hojas de los árboles vuelan hacia el invierno,la corteza se convierte en negra ceniza y sus entrañas estallan en llamas,se agrieta el suelo y se disuelve el cielo.Todo se resume a ella, a él, como estar dentro del creador del universo,pues ésta es su gran obra.
Brillan mis ojos ante su esplendor,antes de quedarse ciegos y de diluirse en el vacío; el cuerpo se retuerce, y como cristales estalla mi piel, esparciéndose en a oscuridad como una miríada de estrellas en la creación de una nueva dimensión.La carne se desprende como las gotas de cera de una vela y los huesos se quiebran y se esparcen como polvo al viento.Solo el corazón queda vigente en esta oscuridad, único protagonista de este drama variopinto.Y entre luminosas sombras aparece su perfecta figura, grácil demonio alado.Todo es blanco ahora,solo el corazón palpitante y el oscuro alado, ES EL AMOR; y como se derrama la tinta sobre las páginas de los libros se extienden sus garras sobre el latido , condenándolo a su reino, haciéndolo jirones con cada aleteo hacia dentro de su propio ser.

8 comentarios:

Wiz dijo...

Wow O.o

Como todo lo que escribes, tiene un aire de grandeza y magnificiencia, de universal y grandioso. Tú no escribes sobre cosas sencillas, tú haces todo inmenso, inconmensurable, inabarcable. Me encanta ^^

Bueno, pues eso, que me parece precioso, y muy acertado. No estarás enamorado?? xD

Un beso!

Bea*

Daniel Rosselló Rubio dijo...

¡¡¿¿yo!!?? ¡¡¿¿enamorado??! yo soy un enamorado de la vida, de lo triste y lo alegre de lo grande y de lo qequeño,de lo inmenso y de lo inconmensurable xd

p.d: creo que me voy a saltar y a dar vueltas sobre mi mismo mientras canto y bailo sin sentido alguno xdxd

bss!!

eye in the sky dijo...

anda, anda, chaval, tienes que decirme dónde encuentras las pastis que te hacen ver esas cosas (y bailar y cantar girando sobre ti mismo sin sentido).
Muy lírico. Satán se debe de estar enorgulleciendo de su creación allá abajo

Wiz dijo...

En qué quedamos, satánico o pastillero? xD casi que prefiero satánico, por lo menos no sería culpa suya, pobrecillo xD

Por cierto... Si nos pastis, me pasas?? Porque eso de bailar y girar sobre uno mismo sin sentido, y luego escribir estas cosas, no me parece tan mal plan xD

Bea*

Wiz dijo...

Perdón, acabo de releer el comentario. Si "nos" pastis, no, si "son" pastis xD Perdón, es que no sé escribir T.T

Bea*

Pura dijo...

Los ojos y la sonrisa te delatan. C'est l'amour... Estupendo.
Te digo lo mismo que a Bea en el comentario a su último escrito y... ¡cuidado con los saltos!

C.S dijo...

joder, si el amor se define, se define asi. llama a los de la RAE xra q te hagan un hueco en el diccionario. me encanta, kmo la mayoría de lo q escribes, tiene una candencia implícita que embriaga ls sentidos. jeje ;)

Irlya dijo...

Es precioso...!
Son como imágenes rápidas que pasan por delante de los ojos, nítidas y definidas.
Wau...

P.D. Parece q lo q mejor se nos da es describir, xq esto esta lleno de descripciones...=P
Y me pregunto: ¿os resulta lo más fácil, como a mí?

Lucia*