Hay cosas inimaginables en las que nadie quiere pensar, porque si fueran ciertas el maldito mundo no tendría el menor sentido. Todo sería tan yermo, tan insípido y árido como dicen que es la muerte aquellos que la han sobrevivido. Si desapareciera esa persona que es tu otra mitad, que es como una piedra que cae al suelo y se fractura en una rotura única, dejando dos piezas que sólo encajan la una en la otra; la realidad no sería suficiente. Si esa persona no hubiera existido, no notarías su falta, pero sería como zambullirse en el mar y no poder sentir las olas, caer en paracaídas sin tenerle miedo a la gravedad, soñar sin poder estar despierto. La vida sería una concha vacía.
Y nadie quiere vivir así.
Hay personas que están ahí de forma inexpresable. Personas que están junto a ti aunque te escuchen desde el otro lado del teléfono, personas que equilibran la balanza para que nunca te caigas por el borde del globo terráqueo, personas que, de no estar, no podrían hacerte feliz sólo con respirar. Hay algo peor que no tener a ese alguien, y es saber que no existe.
Cuando me pregunto cómo sería el mundo sin alguien así, me doy cuenta de que, sin esa persona... nunca habría sabido qué se siente al saber que tu mejor amiga tiene en su bolsillo el otro pedazo de roca junto al océano.
Y nunca habría sabido que las medias naranjas no son amores de libro, sino amigas para toda la vida.
2 comentarios:
Biennnn...¡conexión, sincronización, cercanía!
Que siga, que siga.
Me encanta ese mundo con "S" en que vives.
jejeje es que cuando he visto que sospechosamente los colgabais todos a l vez me he dicho: hay que hacerlo! :)
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